DESCONOCIDO
Doy un paso atrás.
Retrocedo. El reloj se empieza a quebrar. Mientras sigo retrocediendo. Voy
siguiendo las huellas que dejamos hace años.
Busco el día en
que te conocí.
En el cielo, la luna y el
sol se cruzan. Tus lágrimas regresan al mar, y casi puedo escuchar el murmullo
de las olas arrastrando nuestros recuerdos. Alejándolos para siempre.
Busco esos días en los
que nuestro amor era nuevo, en los que nada podía lastimarnos, en los que
fuimos felices. Quiero sentirlos por última vez.
El tiempo se quiebra como
un cristal que estalla en mil pedazos a mi alrededor. Siento los fragmentos
distorsionados rozando mi piel, cortando la realidad que me rodea.
Mientras ayer es
hoy. Mientras hoy es ayer. Voy a buscarte al
principio de todo, a nuestra primera noche juntos.
Fue en ese bar, en el Desolation
Bar donde nuestras almas se encontraron y todo comenzó.
No me esperabas, pero ahí estoy, a solo unos metros. Te veo sonreír con una amiga. Sé
que en algún momento me vas a mirar.
Miro el reloj y me pierdo
entre cervezas. Volvés a buscarme. Buscás mis ojos, pero yo esquivo los tuyos,
que son disparos a quemarropa.
Tan cerca tuyo, tomando
un poco de valor. Te veo reír. Hacés una mueca, y soy tuyo para siempre. Dejo
que el tiempo pase. Miro el reloj, miles de ayeres hoy. Hago un último brindis:
por lo que fue, por lo que no será, y por lo que dejó de ser.
Es la hora. Pago la
cuenta. Busco la salida. Paso cerca tuyo y me mirás. Escapo de tus ojos otra
vez. De tu sonrisa. Sé que me seguís con la mirada mientras me alejo. Ahora,
solo soy un desconocido.
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