Te soñe

Mujer que inventé. Te copié de una estrella. Te soñé aquella vez, y no te volví a ver. Fue esa noche de lluvia, sin estrellas y con el corazón nublado.

Te vi bailando una cumbia celestial. Tus caderas disparaban hechizos a los corazones solitarios como el mío. Tu belleza embriagaba el aire, y un dios bastante pasado de copas te rezaba entre maldiciones y bendiciones.

Te miraba embobado, siguiendo la melodía de tus movimientos. Tarareaba tu silueta, intentando grabarte en algún rincón de mi corazón, para no olvidarte jamás. Saboreaba cada instante, sabiendo que ya me iba. Que la otra vida me quería de regreso.

Me dijiste adiós con los dientes en mi cuello. Después, nos sentamos a ver el universo, ahí, cerca del fin del mundo.

Mujer que soñé. Fue en una noche de carnaval. Es todo lo que sé.

Sentado en la cama, todavía pienso en vos. Quiero que sepas que dejé de buscar amor después de ese último beso. Ahora estoy recordando tu perfume y tus besos curando mis heridas. Me quedo en la cama a esperar. Sé que no te hace falta un mapa para llegar a mi cama.

No sé si vendrás a rescatarme, princesa de otra realidad. Igual, todavía espero una señal. Es que no vale un peso la vida si no te vuelvo a ver. Silbo tu melodía, canción de hermosa locura y una letra que solo yo sé. Seguro que todavía te acordás de mí, pero no sé si sabés que te espero. No sé si quiero tenerte. No creo merecerte. Si yo te inventé, no lo sé. Solo sé que fue en carnaval. No sé cuál es el sueño, ni cuándo estoy despierto.

Mujer que ame, volvé cuando quieras. Regalame un ratito este invierno, para dejar de soñarte despierto.