Domingo de futbol

Domingo de fútbol, de asado, de empanadas, de vino y cerveza o de lo quiera Dios poner en la mesa.
A las seis la pelota empieza a rodar y nosotros a sufrir, a llorar, putear, a gritar, a comernos las uñas, a pedirle goles a dioses mayas, griegos, musulmanes o a cualquiera que pueda hacer que el arquero de ellos regale una pelota.
Domingo en familia, con amigos o cualquiera que se asome por la puerta.
Hoy todos están invitados. Disfrutemos de esta fiesta, sin pensar en que mañana la vida sigue, que hay que trabajar, que tal vez haya que pagar apuestas hechas acá y allá.

Que sea una fiesta en la cancha, que lo sea en las casas, y por supuesto... ¡Que gane, Boca!




Arte por Olivia



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