Musica
—Disculpe, doc.
El doctor se dio vuelta y
la miró.
—¿Puede poner música?
—preguntó ella, acostada en la camilla.
—¿Cómo? —dijo el doctor,
sin entender del todo.
—Tengo un poco de miedo.
¿Puede poner música?
El médico hizo una mueca
y miró alrededor del quirófano. Reinaba un silencio absoluto. Soltó un suspiro.
—Si me llegan a retar, te
mando al frente.
—Bueno —dijo ella,
sonriendo.
El doctor se perdió unos
segundos y volvió con su celular. Tocó la pantalla táctil y comenzó a sonar una
canción.
Eran los minutos previos
a ser operada. No era su primera vez; ya había estado en aquella situación
otras dos veces.
Detrás de la puerta la
esperaban su marido y algunos familiares, pero ahí, en ese instante, estaba
sola, y no podía evitar los nervios.
La canción que sonó no
pudo recordarla después, cuando intentó contarle el momento a su esposo. Pero
la calmó.
La conocía. La tarareó
bajito, hasta que después se perdió en el sueño artificial de la anestesia.
Y en el sueño, la melodía
seguía sonando, junto al llanto de una bebé.
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